Ciclismo

 Ruta de la plata


Después de mucho tiempo hablando para hacer este viaje y de un tiempo preparándolo, hoy llegó el gran día, nos vamos a realizar la Ruta de la Plata de Sevilla a Finesterre, como dice mi amigo Sergi vamos a realizar la TRILOGIA de los caminos ya que en años posteriores hemos hecho El Camino Francés y El Camino del Norte por la vertiente del Primitivo. Embarcamos las bicicletas, cruzando los dedos de que lleguen bien, el vuelo es agradable y a nuestra llegada comprobamos que las bicis han llegado perfectas. Dedicamos una hora para montar las bicis y colocar las alforjas. Del aeropuerto a Sevilla vamos con las bicis y vestidos de calle pues tan sólo son 5 Km de autovía los cuales se pasan rápido. Llegamos donde pasaremos la primera noche, es un hostal en el centro de la ciudad se llama Hostal Jean-Tot. Nos acomodamos, dejamos todas las cosas y aprovechamos para visitar la ciudad y tomar unas tapas.



Día 1:
Nos levantamos a las 7:30 de la mañana, un buen desayuno, montamos las alforjas en las bicis y emprendemos la marcha. Tocamos poca carretera y rápidamente empezamos a ver señales del camino, la verdad que esta muy bien señalizado. Durante los primeros Km nos cruzamos con bastantes peregrinos pero a medida que vamos haciendo Km dejamos de ver gente. El terreno es muy variado, tocamos un poco de todo pistas anchas, un poco de carretera, zonas de grandes arboladas, grandes fincas las cuales estan llenas de cerdos, de esos que luego se hace un jamón ibérico que esta de vicio. Hace un día soleado y poco a poco vamos avanzando Km, nos encontramos zonas donde quizá debido por las tormentas de este invierno se han llevado los puentes y nos vemos obligados a que uno de nosotros se quite los zapatos para cruzar el río, pasar las bicis y al compañero en coscoletas, jajajaja. Poco antes de llegar al final de nuestra primera estapa ascendemos el monte del calvario y nunca mejor dicho por la dura subida, la cual nos vemos obligados a poner el pie en el suelo y acabar empujando las bicis. Después de 84 km llegamos a Real de la Jara, es aquí donde pasaremos nuestra primera noche, el albergue esta muy bien y tenemos suerte que dormimos en la habitación Sergi y yo solos.

Día 2:
Nos levantamos como ayer a las 7:30, después de pasar una noche agradable donde no han habido ronquidos que pertubaran el silencio de la noche. Transitamos por pista ancha y grandes dehesas, no dejamos de ver cerdos e inmensas fincas. Paramos en Calzadilla de los Barros para comer, la Sra. del bar nos trata como si fuera nuestra madre y nos sirve unos platos de comida que no se yo como voy a dar pedales luego. Seguimos la ruta por pistas, el día es genial y poco falta para llegar a nuestro destino pero no sin antes tener que parar a reparar un pinchazo que sufrió Sergi, 12 km después llegamos a Torremejía, donde nos alojamos en un albergue que es muy acogedor y volvemos a dormir Sergi y yo en una habitación para dos, eso significa otra noche sin ronquidos de nadie





Día 3:
Nos levantamos a la misma hora que siempre, hoy hace un día como viene siendo de costumbre, con cielos azules y un sol calentando de lo lindo. Andamos varios km antes de llegar a Mérida donde aprovecharemos para hacer un alto y visitar un poco esa ciudad tan emblemática y de una belleza increíble
Después de visitar durante un largo rato su casco antiguo y hacernos algunas fotos seguimos la marcha por unos parajes espectaculares, grandes tierras llenas de toros, los cuales nos causan más de un problema ya que tenemos que atravesar por sus fincas y estan en medio del camino, quizá son imaginaciones mías pero nos miran con cara de pocos amigos. Llegamos a Alcuesar donde paramos a comer y de nuevo nos ponemos como el “Kiko”, quién es el guapo que se monta en la bici ahora??. Después de un bonito día llegamos a Valdesalor donde pasaremos la noche, el albergue no está habilitado, por lo tanto nos alojan en los vestuarios de un viejo campo de fútbol, hay unas colchonetas donde poder dormir, es allí donde conocemos a dos amigos Vascos, Edu y Juanjo, con los cuales cenamos juntos y aprovechamos para hablar y escuchar todos los caminos que ellos han realizado.


Día 4:
Hoy nos levantamos bastante temprano, es un día largo pero seguramente, por lo que hemos hablado con la gente, uno de los días mas bonito a lo que paisaje se refiere, hoy atravesaremos el Valle del Jerte. Hacemos los primeros 10 km muy rápidos hasta llegar a Cáceres en la cual tenemos problemas para seguir las flechas ya que las perdemos, lo correcto es dirigirse hacia la iglesia de Santiago y allí enlazar de nuevo con las flechas, después de unas cuantas vueltas por la ciudad retomamos el camino. Hoy es quizá uno de los días que más estoy disfrutando con la bici, los paisajes son increíbles, el terreno es el más propicio para disfrutar con la bici, lástima que llevamos las alforjas, nos decimos Sergi y yo, pasamos por caminos anchos, trialeras, senderos, todo ello acompañados de grandes dehesas llenas de encinas, toros pastando plácidamente, es algo que por mucho que quieras explicar se ha de vivir. Continuamos la ruta hasta llegar a Galisteo, es un pueblo amurallado, allí nos vemos obligados a refugiarnos en un taller ya que se puso a llover de una manera brutal, en cuanto paró continuamos 10 km mas hasta llegar a Carcaboso, nos alojamos en el albergue y la noche transcurrió sin más.


Día 5:
El día empieza pronto, nos hemos levantado a las 6:30 de la mañana, ha estado toda la noche lloviendo y las previsiones del tiempo empiezan a amenazar agua y frío. El paisaje varía poco, sigue siendo precioso, aunque ahora es más duro ciclar por los caminos ya que estan llenos de barro y de agua. Hoy tengo un día tonto, estoy patoso, al cruzar unos de los ríos metí el pie, pero unos km mas adelante no me dió tiempo a sacar el pie de la cala y me caí dentro de un charco, pero bueno nada que no se solucione con unas risas, sobre todo de Sergi, je je je … Seguimos el camino ascendiendo por grandes rampas, madre mía!!! que empinado esta esto y a falta de 2 Km para llegar a Calzada de Bejar se nos pone a llover, rápidamente nos metemos en un bar y decidimos comer algo y luego dirigirnos al albergue que esta en la entrada del pueblo. El albergue sin duda es de los mejores que he visto, es acogedor con un gran comedor y una enorme chimenea, rodeada por unos sillones donde la gente hace un círculo para hablar, allí conocemos a José, vive en Mallorca aunque es de Barcelona, hablamos bastante rato con él, es un hombre agradable. Por la noche nos vamos al bar del pueblo donde cenamos y vimos el fútbol, ya que la liga esta en la recta final y esta interesante por ver quien la consigue









Día 6:
Amanece lloviendo, hoy tiene pinta de ser un día pasado por agua, será una etapa corta, 70 Km, ya que tenemos previsto parar en Salamanca para hacer luego turismo por la ciudad. Pedaleamos muy rápido aunque no deja de llover en ningún momento, los caminos están completamente llenos de barro, casi es imposible dar pedales, la rueda de atrás va todo el rato de un lado para otro debido al barro. Casi a la entrada de Salamanca nos cruzamos con un peregrino que va con sus dos burros y su perro, días más tarde viendo la tele en un bar, lo vemos en el programa de España en directo, haciéndole una entrevista. A la llegada en la ciudad nos encontramos que el albergue está cerrado y hasta las 16 no abre, buscamos un sitio donde poder comer, pero vamos tan sumamente sucios de barro que sólo nos admiten en un chino, dejamos las bicis fuera y vemos como la gente se para para observar el estado de nuestras bicis, las cuales son fotografiadas por muchos curiosos, jajjajaa, anda que tener que comer en Salamanca en un chino!!. Después de comer nos vamos al albergue donde una mujer muy desagradable y con muy poca educación nos dice que esta completo y que no hay sitio, nos dirigimos a un albergue juvenil, dpnde pasaremos la noche, pero no sin antes visitar la bonita ciudad de Salamanca y probar sus exquisitos embutidos,mmmmm… como nos pusimos de comer ese día.


Día 7:
Hoy hay pocas cosas que remarcar, lo más destacado es que nos hemos perdido y hemos tenido que hacer 20 Km más de la cuenta, el terreno no es nada bonito, toda la ruta es por una pista ancha y sin ninguna cosa que destacar. Hoy aprovechamos para hacer bastantes Kms ya que el terreno lo permite al ser de toboganes y poder ciclar a un ritmo alto. Decidimos llegar a Tábara después de 135 Km en las piernas.



Día 8:
Los caminos estan llenos de barro, la lluvia y el duro terreno hace que la etapa de hoy sea muy dura, al paso de un alto comprobamos que ha estado granizando. Por culpa de tanto barro empezamos a tener problemas con los frenos ya que se han gastado muy rápido, y al paso por un pueblo nos cruzamos con un Bicigrino, Toni, es un chico de Barcelona, va solo ya que sus compañeros han tenido diversos problemas pero él ha decidido continuar, hablamos con él un rato, nos ofrece un trozo de queso y nos despedimos hasta volver a vernos en el albergue. Cruzamos por caminos, por decirlo de alguna manera ya que son ríos de barro y agua, andamos por medio de los riachuelos que se han creado de tanta agua, el paso es lento y a falta de 5 km comprobamos que es imposible ciclar por esos caminos y decidimos coger la carretera, asta llegar a Puebla de Sanabria. El pueblo es precioso, el albergue es increíble, unas instalaciones magníficas, de nuevo vemos a Toni. Nos damos una ducha que nos sienta de vicio y aprovechamos para ir a comprar frenos para la bici, una cubiera para Sergi ya que la que tenía sufrió un corte, y dimos una vuelta por el pueblo. Esa noche Sergi hizo de mecánico y nos acostamos algo tarde con la esperanza de que dejará de llover ya que al día siguiente será duro, porque hay que ascender dos puertos






Día 9:
Las esperanzas que teníamos de que hiciera bueno, nada mas levantarnos por los suelos, no paró de llover en ningún momento y al poner la tele del albergue vemos que el puerto de Padornelo estaba nevado, justo por donde tenemos que pasar hoy. Nos hacemos un poco los remolones en el albergue, esperando a que pare de llover un poco y acertamos, cuando decidimos salir deja de llover. Hacemos el puerto de Padornelo por carretera ya que nos dicen que es lo mas prudente, durante el camino será dificil ver las señales y estará poco ciclable. Toni se a unido con nosotros para hacer los Kms de carretera todos juntos. Hacemos los 10 km del puerto de Chachara, por suerte no nos ha llovido ascendiendo el puerto.
En el descenso paramos en un pueblo para tomar un café bien calentito. Tomamos el camino siguiendo las flechas de nuevo las cuales nos llevan al segundo gran puerto del día, el cual es un 40% ciclable y el otro 60% se trata de escalar con la bicicleta, el camino es precioso, nos lleva al límite entre Castilla León y Galicia. Después de un descenso increíble, decidimos parar en el restaurante Los Cazadores, donde nos metemos un plato de macarrones y un chuletón que nos hace recuperar todas las fuerzas perdidas. Justo cuando estamos llegando a La Güdiña, el pueblo donde pasaremos la noche, se nos pone a llover de una forma descomunal, haciendo que lleguemos empapados al albergue. Allí nos encontramos a una mujer muy agradable y nos comunica que tenemos que dormir en el suelo con unas colchonetas ya que esta lleno el albergue, no tenemos problema alguno. Después de la ducha, aprovechamos para ir a la biblioteca para descargar las fotos a un pen y poder comprar los billetes del avión para volver a casa el día que pensamos llegar. Por la noche montamos un tendedero al rededor del radiador, para poder tener seca toda la ropa para el día siguiente.





Día 10:
Después de recoger todo el tendedero que la noche anterior montamos para secar la ropa, iniciamos la ruta, somos los últimos en salir del albergue, Toni salió antes que nosotros con la idea de que lo pillaríamos por el camino. Llueve levemente, el camino pica un poco hacia arriba, a medida que vamos subiendo la niebla va haciendo acto de presencia, hasta el punto que ya no se ve nada de paisaje, es increíble como en un momento la niebla ha entrado de esta manera, se medio ven peregrinos caminando pero cuesta de verlos ya que cada vez es más espesa la niebla, por el camino encontramos a Toni, nos comenta que el día y el lugar es de peliculas de terror, jajajaja!!! y tiene razón, hace mucho frío y apetece que el camino pique un poco hacia arriba para así mantenernos en calor.
Después de observar unos paisajes que nos recordaban mucho a la película de Braveheart, por sus lagos y por lo verde que es todo y la niebla inundando el paisaje, comenzamos una bajada donde pasamos mucho frío, los pies se nos quedan congelados en un momento, la bajada es para disfrutar pero por culpa del frío deseamos que finalice. Paramos en el primer pueblo que nos encontramos y nos metemos en un bar, estamos congelados, la dueña del bar, por cierto una persona encantadora y muy agradable nos pone la calefacción mas alta para que podamos entrar en calor y nos prepara unos bocadillos de tortilla a la francesa que rápidamente nos hacen olvidar el frío que hemos pasado. Una vez con las pilas cargadas reiniciamos la marcha sin nada que destacar, ese día llegamos a Ourense, nada mas entrar por el albergue se nos pone a llover, esta vez estamos de suerte hemos ganado a la nube. El albergue es inmenso y muy acogedor, la persona que esta a su cargo se llama Carlos y es muy agradable, hace rápidamente migas con Sergi ya que es del Barça y para mas cachondeo antes era del Madrid, vamos lo que viene siendo un chaquetero, je je je …. Ese día aprovecho para llamar a unos familiares que tengo en Ourense y así poder verlos un rato y charlar con ellos, siempre es agradable ver a gente cercana a ti.



Día 11:
Hoy es uno de esos días que jamás se pueden olvidar, nada más salir del albergue nos despedimos de Toni, hoy es el último día que coincidiremos en el albergue ya que nosotros tenemos previsto hacer más Kms, dejamos Ourense después de pedalear un rato por sus calles, pero no sin antes regalarnos una de las subidas más duras que recuerdo haber hecho y 100 % ciclable, en frío y sin apenas calentar una subida de unos pocos Km, cierto que te regala unas vistas impresionantes pero no podemos disfrutar ya que suficiente tenemos con poder subirla, jajaja. Dejamos esa subida y emprendemos el camino, hay muchísimo barro y el recorrido es bastante duro, un constante subir, hacemos los primeros 15 km en dos horas, empezamos a pensar si llegaremos al sitio donde tenemos pensador dormir. Paramos en uno de los pueblos que pasamos y después de ir por muchos bares, encontramos en una panadería alguien que nos haga un bocadillo caliente, la señora nos trata increíblemente bien, nos hace dos bocadillos muy grandes de beicon con queso, un enorme tazón de colacao y nos regala un plato de buñuelos recien hecho por ella, mmmmuuuhhhhh que rico, así da gusto pedalear la verdad. No deja de llover en todo el día, la verdad que yo hoy estoy agobiado de tanta agua, pero bueno cada vez estamos mas cerca de nuestra meta y acabaremos llegando. Por fin llegamos a Bandeira, a sido un día durísimo y cual es nuestra sorpresa cuando nos enteramos que tenemos que recorrer 4 km más para llegar al albergue ya que esta fuera del pueblo, se trata de un camping abandonado, allí nos encontramos 8 peregrinos y la persona que esta al cargo dice que no hay mas sitio, después de convencerla y con la ayuda de los otros peregrinos, nos deja dos colchones y nos colocamos en los lavabos del camping. Ese día para poder ir a cenar, tenemos que llamar a un taxi que venga a buscarnos ya que estamos lejos del pueblo y no nos apetece después de ducharnos montar en bici. Pasamos una noche agradable y el frío nos ha respetado.




 



Día 12:
Hoy por fin sale un día sin amenza de agua y si todo va bien llegaremos a Santiago, hoy es cuando miras atrás y lo que parecía estar muy lejos tan solo esta a 40 Km. Es difícil de explicar, pues sientes una alegría muy grande dentro de tu cuerpo, no hay cansancio, hoy nada importa, da igual que llueva o que nos encontremos con la subida más dura de nuestras vidas, ya estamos llegando a Santiago y eso es lo que cuenta, aunque es cierto que no nos quedaremos allí, sino que seguiremos hacia Finesterre. Hacemos los 40 km a un muy buen ritmo, el cual nos hace llegar pronto a Santiago, hay mucha gente ya que son fiestas allí, nos hacemos la foto de rigor y vamos rápidamente a recoger la compostelana para no tener que demorarnos mucho, NUESTRA TERCERA COMPOSTELANA!!!
Antes de seguir el camino, paramos para comer algo, como no!! nos metemos una pulpada que no veas, a parte del lacón, empanada gallega, queso, etc… después de un buen rato moviendo la mandíbula comenzamos la marcha con destino a Finesterre. El paisaje es bonito, caminos rodeados de eucaliptos, senderos estrechos muy bonitos para pedalear por ellos, todo ello nos lleva a volver a disfrutar de la bici, como en los días anteriores. Después de unas horas de pedaleo y sin nada que remarcar llegamos a Negreiro.





Día 13:
Hace un día impresionante, hoy vamos a disfrutar de una bonita etapa, por su recorrido, por sus paisajes y porque vamos a conocer lo que antiguamente era el fin del mundo, vamos a Finesterre, hoy veremos el mar y acabaremos nuestro viaje. Es un recorrido precioso, y el día acompaña para disfrutar de la bici. Sergi tiene un problema con la bici, pues se ha quedado sin frenos y en las bajadas pronunciadas se ve obligado muchas veces a bajarse ya que no frena nada la bici. Por fin vemos el mar, la verdad que es impresionante el paisaje, paramos y nos hacemos unas fotos para disfrutar de ese momento.
Abandonamos la orilla de la playa para llegar al final de nuestro viaje, el faro de Finesterre. Los últimos 3 km son de subida y a falta de 1 Km Sergi y yo nos ponemos a pedalear en paralelo cogidos de los hombros y haciendo esperar al autocar que llevamos detrás, que luego resultó que era de los catalanes con los que antes estuvimos hablando. El fin del camino llegé en ese punto, las sensaciones son difíciles de explicar, son muchas cosas juntas, miras atrás y recuerdas la dureza del camino, los días duros de agua, frío, barro, recuerdas a la gente que has ido conociendo, por donde andaran, Jose, Juanjo, Edu, Toni, etc… te quedas con todas las risas que te has ido pegando por el camino, al final te quedas con las vivencias más agradables y positivas y te olvidas de los días malos. Al final hemos realizado 1165 Km en 13 días y lo mejor de todo, que todo fue genial y sin ningún problema grave. BUEN CAMINO…






















































































































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